Versículo diario comentado: 2 Timoteo 3:16–17

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Versículo:

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 2 Timoteo 3:16–17

Comentario:

Dios desea que Sus hijos le obedezcan y tomen decisiones correctas, por eso Él asume la total responsabilidad de guiarnos. De hecho, promete: “Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar” (Salmos 32:8). Sin embargo, seguir Su voluntad no es un proceso instantáneo ni un manual que se lee una sola vez; es una jornada diaria de confianza y dependencia.

Aprendemos la voluntad de Dios al estudiar Su Palabra. En ella encontramos mandamientos, principios y ejemplos que nos conducen al éxito espiritual y a una vida de aplicación práctica. Aunque la Biblia no describe cada situación que enfrentaremos, sus principios nos capacitan para tomar decisiones sabias en cualquier circunstancia. Estudiar la Palabra es la única manera de reconocer la voz del Señor y discernir Su voluntad.

El pasaje de hoy nos enseña que las Escrituras “pueden hacernos sabios para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús” y que “toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, redargüir, corregir e instruir en justicia” para que el creyente esté “enteramente preparado para toda buena obra” (vv. 15–17).

Nuestro Padre celestial está activamente involucrado en cada detalle de nuestra vida, entretejiendo los hilos de experiencias que parecen desconectadas para formar algo hermoso. Pero para reconocer Su dirección, debemos mantenernos atentos y sensibles a Su voz.

Ora cada día para que el Señor abra tus oídos espirituales, te enseñe a discernir Su guía y te dé la sabiduría para obedecerle con gozo.

Reflexión:

¿Estás permitiendo que la Palabra de Dios moldee tus decisiones diarias? Pídele hoy que te haga sensible a Su dirección y que fortalezca tu confianza en Su guía perfecta.

Oración:

Padre, gracias por Tu Palabra, que es lámpara a mis pies y luz en mi camino. Enséñame a buscarte en cada decisión y a confiar en Tu dirección más que en mi propio entendimiento. Hazme sensible a Tu voz cada día. En El Nombre de Jesús, Amén.