Biblia Devocional en 1 Año: Éxodo 22

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Éxodo 22 – Leyes de restitución y justicia social

Éxodo 22 muestra cómo la ley de Dios abarca justicia, moralidad y misericordia:

  • La restitución enseña que el verdadero arrepentimiento incluye reparar el daño causado.
  • La idolatría, la hechicería y la inmoralidad sexual son vistas como graves ofensas que atentan contra la santidad del pueblo.
  • Dios protege especialmente a los más vulnerables: extranjeros, viudas, huérfanos y pobres, recordando que Israel mismo había sufrido opresión.

Este capítulo nos recuerda que la vida en pacto con Dios se manifiesta no solo en el culto, sino también en la justicia práctica y el amor al prójimo.

1. Leyes de restitución por robo y daños (Éxodo 22:1-15)

  • Si alguien roba un buey o una oveja y los mata o vende, debe restituir cinco bueyes por un buey y cuatro ovejas por una oveja (v.1).
  • Si el ladrón es sorprendido de noche y muere en el acto, no hay culpa de sangre; si ocurre de día, sí la habrá (v.2-3).
  • Si no tiene con qué pagar, será vendido por su robo (v.3).
  • Si el animal robado es hallado vivo en su poder, restituirá el doble (v.4).
  • Quien cause daño a campos o viñas con sus animales, restituirá lo mejor de lo suyo (v.5).
  • Si enciende fuego y quema mieses, debe pagar lo quemado (v.6).
  • Si alguien guarda dinero o bienes y son robados, y el ladrón no aparece, el caso se llevará ante los jueces (v.7-9).
  • Si se presta un animal y este muere o es dañado sin que el dueño esté presente, debe restituirse; si el dueño estaba presente, no habrá restitución (v.14-15).

2. Leyes sobre la moralidad y la idolatría (Éxodo 22:16-20)

  • El que seduzca a una virgen no desposada deberá pagar dote por ella como esposa; si el padre se niega, igualmente pagará (v.16-17).
  • No dejarás que viva la hechicera (v.18).
  • El que cohabite con bestia morirá (v.19).
  • El que ofrezca sacrificios a dioses extraños será destruido (v.20).

3. Leyes de justicia social (Éxodo 22:21-31)

  • No engañarás ni oprimirás al extranjero, porque Israel fue extranjero en Egipto (v.21).
  • No afligirás a la viuda ni al huérfano; si claman a Jehová, Él oirá y castigará con severidad (v.22-24).
  • Si prestas dinero al pobre, no serás como usurero ni le pondrás interés (v.25).
  • Si tomas en prenda el vestido de tu prójimo, devuélvelo antes de la puesta del sol, porque es su única cobertura (v.26-27).
  • No maldecirás a Dios ni al príncipe de tu pueblo (v.28).
  • Darás las primicias de tu grano, vino y primogénitos de tus hijos y animales a Jehová (v.29-30).
  • Israel debía ser pueblo santo para Dios; no comerán carne de animal despedazado en el campo (v.31).

Versículo clave de Éxodo 22:

Y al extranjero no engañarás ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. Éxodo 22:21 

En este capítulo, Dios entrega leyes que regulan la vida social, económica y espiritual del pueblo. Entre ellas está este mandato: no oprimir ni maltratar al extranjero. La razón es clara: Israel también había sido extranjero en Egipto y sabía lo que era vivir bajo opresión y desprecio.

Este versículo revela el corazón justo y compasivo de Dios. Él no solo se preocupa por la santidad de su pueblo, sino también por cómo tratan a los más vulnerables. Recordar la propia experiencia de dolor debía llevarlos a ser misericordiosos con los demás.

Hoy, este principio sigue vigente: Dios nos llama a tratar con amor, justicia y respeto a los demás, especialmente a quienes son diferentes, vulnerables o no tienen un lugar seguro. La gracia que hemos recibido debe ser la medida de la gracia que damos. Además, nos recuerda que nosotros también éramos extranjeros espirituales, lejos de Dios, hasta que Cristo nos recibió en su casa como hijos.

Oración:

Señor, gracias porque me recibiste cuando yo era extranjero y me hiciste parte de tu pueblo por medio de Cristo. Ayúdame a tratar a los demás con compasión y justicia, recordando siempre de dónde me sacaste. Que nunca cierre mi corazón al necesitado, sino que lo ame como tú me has amado a mí. Haz de mi vida un testimonio de tu misericordia. En el nombre de Jesús, Amén.