Éxodo 17 – Agua de la roca y victoria sobre Amalec
Éxodo 17 enseña dos lecciones fundamentales:
- Dependencia de Dios en la necesidad: el agua de la roca muestra que solo Jehová puede saciar al pueblo en medio del desierto, y anticipa a Cristo, la roca espiritual (1 Corintios 10:4).
- Victoria a través de la intercesión: la batalla contra Amalec se gana no solo con espadas, sino con las manos levantadas en oración e intercesión. La victoria viene cuando el pueblo y sus líderes confían en la fuerza de Dios.
Este capítulo nos recuerda que Jehová es nuestro estandarte: Él nos da provisión en la escasez y victoria en la batalla, siempre que confiemos y permanezcamos unidos bajo Su poder.
1. Agua de la roca en Refidim (Éxodo 17:1-7)
- Israel acampa en Refidim, donde no hay agua (v.1).
- El pueblo contiende con Moisés y le reclama:
“Danos agua para que bebamos” (v.2).
- Moisés clama a Jehová temiendo que lo apedreen (v.3-4).
- Jehová le ordena tomar su vara y golpear la roca en Horeb, de la cual brota agua para saciar al pueblo (v.5-6).
- Aquel lugar se llama Masa (prueba) y Meriba (rencilla), porque Israel tentó a Jehová diciendo:
“¿Está, pues, Jehová entre nosotros, o no?” (v.7).
2. La batalla contra Amalec (Éxodo 17:8-13)
- Amalec ataca a Israel en Refidim (v.8).
- Moisés ordena a Josué escoger hombres y salir a pelear, mientras él sube al collado con la vara de Dios en su mano (v.9).
- Mientras Moisés levanta sus manos, Israel prevalece; cuando las baja, prevalece Amalec (v.10-11).
- Aarón y Hur sostienen sus manos, uno de un lado y otro del otro, hasta la puesta del sol (v.12).
- Así, Josué derrota a Amalec y a su pueblo a filo de espada (v.13).
3. Jehová-nisi: el altar de la victoria (Éxodo 17:14-16)
- Jehová ordena a Moisés escribir esto en un libro y recitarlo a Josué:
“Yo raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo” (v.14).
- Moisés edifica un altar y lo llama Jehová-nisi (“Jehová es mi estandarte”) (v.15).
- Declara que Jehová tendrá guerra contra Amalec de generación en generación (v.16).
Versículo clave de Éxodo 17:
Y Moisés edificó un altar, y llamó su nombre Jehová-nisi;[a] y dijo: Por cuanto la mano de Amalec se levantó contra el trono de Jehová, Jehová tendrá guerra con Amalec de generación en generación. Éxodo 17:15-16
En este capítulo, Israel enfrenta su primera batalla contra Amalec en el desierto. Mientras Josué peleaba con los hombres, Moisés intercedía en lo alto del monte, levantando la vara de Dios. Cada vez que sus manos estaban en alto, Israel prevalecía; cuando bajaban, Amalec tomaba ventaja. Aarón y Hur lo sostuvieron, y así la victoria fue completa.
Al terminar, Moisés edificó un altar y lo llamó “Jehová-nisi”, que significa “El Señor es mi estandarte”. Este nombre declara que la verdadera victoria no provino de la fuerza del ejército ni de la vara, sino del poder y la presencia de Dios que guiaba y peleaba por su pueblo.
Este pasaje nos recuerda que nuestras batallas espirituales no se ganan en nuestras fuerzas, sino bajo la cobertura del Señor. La intercesión y la dependencia de Dios son armas poderosas. Y como Aarón y Hur, también necesitamos de hermanos que sostengan nuestras manos en oración cuando nos debilitamos.
Cada victoria debe llevarnos a levantar un altar de gratitud y recordar que el Señor es nuestro estandarte, la bandera bajo la cual vivimos y peleamos.
Oración:
Señor, gracias porque tú eres mi estandarte y mi victoria. Ayúdame a recordar que las batallas de mi vida no se ganan con mis fuerzas, sino bajo tu poder y tu dirección. Enséñame a perseverar en oración y a apoyarme en la comunidad de fe que me rodea. Que en cada triunfo mi corazón edifique un altar de gratitud y proclame que solo tú eres mi Señor. En el nombre de Jesús, Amén.