Biblia Devocional en 1 Año: Éxodo 5

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Éxodo 5 – El rechazo de Faraón y el aumento de la opresión

Éxodo 5 muestra que el camino de la liberación no siempre comienza con alivio, sino con pruebas mayores.

  • Faraón encarna la resistencia humana al mandato de Dios: endurece el corazón y oprime más cuando siente amenaza.
  • El pueblo, en lugar de ver la obra futura de Dios, pierde esperanza al enfrentar más dificultades.
  • Moisés también experimenta duda, pero su clamor sincero abre el camino para que Dios le reafirme su plan en el próximo capítulo.

Este pasaje nos recuerda que, muchas veces, cuando Dios comienza a actuar, las circunstancias pueden empeorar antes de mejorar. Pero en medio de la opresión, su promesa de liberación permanece firme.

1. La primera petición a Faraón (Éxodo 5:1-5)

  • Moisés y Aarón se presentan ante faraón y dicen:
    “Jehová, el Dios de Israel, dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto” (v.1).
  • Faraón responde con arrogancia:
    “¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel?… No conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel” (v.2).
  • Ellos insisten en que deben ir tres días al desierto para ofrecer sacrificios, pero faraón acusa al pueblo de pereza (v.3-5).

2. La carga se hace más pesada (Éxodo 5:6-14)

  • Ese mismo día, faraón ordena a los capataces que no den más paja al pueblo para hacer ladrillos; ellos mismos deben recogerla (v.6-7).
  • Sin embargo, exige la misma cantidad de producción diaria, aumentando la carga (v.8).
  • Los capataces golpean a los jefes de los hijos de Israel porque no cumplen la tarea (v.14).

3. Reclamo de los jefes de Israel (Éxodo 5:15-19)

  • Los jefes de Israel se quejan directamente a faraón, diciendo que la orden es imposible de cumplir (v.15-16).
  • Faraón responde acusándolos otra vez de ociosos y se mantiene firme en su dureza (v.17-18).
  • Los jefes entienden que están en grave desgracia y que no hallarán alivio (v.19).

4. El desánimo del pueblo y de Moisés (Éxodo 5:20-23)

  • Los jefes de Israel confrontan a Moisés y Aarón, diciendo:
    “Jehová os mire y juzgue, pues nos habéis hecho abominables delante de faraón” (v.21).
  • Moisés clama a Dios en angustia:
    “Señor, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste?… Desde que fui a faraón para hablar en tu nombre, ha afligido a este pueblo, y tú no has librado a tu pueblo” (v.22-23).

Versículo clave de Éxodo 5:

Entonces dijeron los capataces de los hijos de Israel: Jehová mire sobre vosotros, y juzgue; pues nos habéis hecho abominables delante de Faraón y de sus siervos, poniéndoles la espada en la mano para que nos mate. Éxodo 5:21

Después de que Moisés y Aarón se presentan ante Faraón para pedir la libertad de Israel, la respuesta no es favorable. Por el contrario, el faraón endurece el trabajo del pueblo, exigiendo la misma producción de ladrillos sin darles paja. Esto provoca sufrimiento y enojo entre los israelitas, quienes culpan a Moisés y Aarón por empeorar su situación.

Este versículo refleja una realidad común en el caminar de fe: muchas veces, cuando comenzamos a obedecer a Dios, las cosas pueden parecer ponerse peor antes de mejorar. El pueblo esperaba una liberación inmediata, pero en su lugar experimentó mayor opresión. Sin embargo, Dios estaba trabajando en un plan más grande: mostrar su poder y liberar a Israel con mano poderosa.

La lección es clara: el hecho de que haya dificultades no significa que Dios no esté obrando. A veces, el camino hacia la libertad pasa primero por pruebas que nos enseñan a depender más de Él. Israel debía aprender que no sería por las palabras de Moisés ni por su propia fuerza, sino por el poder del Señor que vendría la verdadera liberación.

Oración:

Señor, ayúdame a confiar en ti incluso cuando la obediencia parece traer más dificultades en lugar de soluciones. Recuérdame que tus planes son más grandes y que tu poder se perfecciona en medio de las pruebas. Dame paciencia para esperar tu intervención y fe para seguir caminando aun cuando no entienda lo que sucede. Que en todo momento mi confianza esté puesta en ti y no en las circunstancias. En el nombre de Jesús, Amén.