Biblia Devocional en 1 Año: Génesis 50

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Génesis 50 – La sepultura de Jacob y la fe de José en el futuro de Israel

Este capítulo cierra Génesis recordándonos la fidelidad de Dios a sus promesas.

  • La sepultura de Jacob en Canaán muestra que la esperanza de los patriarcas siempre estuvo en la tierra prometida.
  • El perdón de José a sus hermanos refleja el corazón de Dios, que transforma el mal en bien para cumplir su plan de salvación.
  • La declaración final de José apunta al futuro: Dios visitará a su pueblo y lo llevará a la tierra de Canaán, anticipo de la liberación del Éxodo.

El libro termina con fe y esperanza: aunque José muere en Egipto, sus huesos esperan el día en que el pueblo de Dios salga rumbo a la herencia prometida.

1. Luto por Jacob (Génesis 50:1-3)

  • José llora sobre el rostro de su padre Jacob y lo besa.
  • Ordena a los médicos embalsamar a su padre, lo que toma cuarenta días.
  • Los egipcios guardan luto por Jacob setenta días.

2. La sepultura en Canaán (Génesis 50:4-14)

  • José pide permiso al faraón para ir a sepultar a su padre en Canaán, como él lo había ordenado.
  • Una gran comitiva de egipcios, junto con la familia de Jacob, acompaña el cortejo fúnebre.
  • Llegan hasta la era de Atad, donde hacen un gran llanto por siete días.
  • Los cananeos llaman ese lugar “Abel-mizraim” por el lamento.
  • Finalmente, sepultan a Jacob en la cueva de Macpela, junto a Abraham e Isaac.

3. El perdón de José a sus hermanos (Génesis 50:15-21)

  • Tras la muerte de su padre, los hermanos de José temen que él busque venganza por lo que le hicieron en el pasado.
  • Le envían un mensaje recordándole que Jacob pidió que los perdonara.
  • José se conmueve y les dice: “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo” (v.20).
  • Les asegura que él cuidará de ellos y de sus familias, consolándolos con ternura.

4. Muerte de José (Génesis 50:22-26)

  • José vive 110 años y llega a ver a los hijos de Efraín y de Manasés hasta la tercera generación.
  • Antes de morir, declara a sus hermanos: “Dios ciertamente os visitará, y hará subir de esta tierra a la tierra que juró a Abraham, a Isaac y a Jacob” (v.24).
  • Hace jurar a los hijos de Israel que llevarán sus huesos de Egipto a la tierra prometida.
  • Muere José, es embalsamado y puesto en un ataúd en Egipto, esperando el cumplimiento de la promesa de Dios.

Versículo clave de Génesis 50:

Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. Génesis 50:20 

Tras la muerte de Jacob, los hermanos de José temían que él buscara venganza por lo que le hicieron en el pasado. Pero José responde con una de las declaraciones más poderosas de fe y perdón en toda la Biblia: aunque ellos quisieron hacerle daño, Dios usó todo para bien y lo convirtió en instrumento de salvación.

Este versículo refleja la grandeza de un corazón que entiende la soberanía divina. José no niega la maldad de sus hermanos, pero la coloca en la perspectiva del plan perfecto de Dios. Lo que parecía tragedia —traición, esclavitud, prisión— se transformó en camino de bendición para toda una nación.

Aquí aprendemos que Dios es capaz de redimir incluso las peores circunstancias. Lo que otros planean para dañarnos, Él lo puede transformar en testimonio de su fidelidad y en medio para bendecir a otros. La clave está en confiar y perdonar, entendiendo que nada escapa de su control.

Este pasaje también nos recuerda que el perdón libera. José no cargó cadenas de rencor; eligió confiar en Dios y dejar que su gracia escribiera la última palabra. De la misma manera, nosotros podemos soltar la amargura y descansar en que Dios tiene el poder de darle propósito a nuestro dolor.

Oración:

Señor, gracias porque en tu soberanía conviertes el mal en bien y haces que todo obre para tu gloria. Ayúdame a perdonar a quienes me han herido, confiando en que tú eres el juez justo y el que transforma cada circunstancia. Dame un corazón como el de José, libre de rencor y lleno de fe en tu plan perfecto. Que mi vida sea un testimonio de tu fidelidad, y que otros encuentren esperanza al ver cómo obras aún en medio del dolor. En el nombre de Jesús, Amén.