Biblia Devocional en 1 Año: Génesis 46

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Génesis 46 – Jacob desciende a Egipto

Génesis 46 marca un punto decisivo en la historia del pueblo de Israel:

  • El viaje de Jacob a Egipto no es solo un reencuentro familiar, sino el inicio del cumplimiento del plan de Dios de formar una gran nación.
  • Dios reafirma Su promesa en un momento de transición y posible temor, mostrando que Él dirige los pasos incluso cuando el camino lleva a un lugar desconocido.
  • El emotivo encuentro entre Jacob y José nos recuerda que Dios puede restaurar relaciones después de años de separación.

Este capítulo nos invita a confiar en el plan de Dios incluso cuando nos guía fuera de nuestra zona de seguridad, creyendo que Su propósito final siempre es para bien.

1. Dios confirma Su plan a Jacob (Génesis 46:1-4)

  • Jacob parte hacia Egipto con todo lo que tiene y llega a Beerseba, donde ofrece sacrificios al Dios de su padre Isaac (v.1).
  • Dios le habla en visión nocturna:
    “Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas de descender a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación” (v.3).
  • Le promete que descenderá con él y que también lo hará volver, y que José cerrará sus ojos cuando muera (v.4).

2. Los descendientes de Jacob (Génesis 46:5-27)

  • Jacob sale de Beerseba con sus hijos, nietos, hijas y toda su descendencia, viajando en los carros enviados por Faraón (v.5-7).
  • El texto registra una lista detallada de los hijos y nietos de Jacob, organizados por las madres:

    • Lea: 33 personas (incluyendo hijos, nietos y Dina).
    • Zilpa (sierva de Lea): 16 personas.
    • Raquel: 14 personas (incluyendo a José y sus dos hijos nacidos en Egipto).
    • Bilha (sierva de Raquel): 7 personas.
  • En total, setenta personas descienden con Jacob a Egipto (v.27).

3. El encuentro con José (Génesis 46:28-34)

  • Jacob envía a Judá delante de él para que indique el camino hacia Gosén (v.28).
  • José se prepara, va al encuentro de su padre y llora largamente sobre su cuello (v.29).
  • Jacob dice:
    “Muera yo ahora, ya que he visto tu rostro y sé que aún vives” (v.30).
  • José informa a sus hermanos que dirá a Faraón que ellos son pastores de ovejas, para que se establezcan en Gosén (v.31-34).

Versículo clave de Génesis 46:

Y habló Dios a Israel en visiones de noche, y dijo: Jacob, Jacob. Y él respondió: Heme aquí. Génesis 46:2

Este momento ocurre cuando Jacob, ya anciano, se prepara para descender a Egipto para reencontrarse con su hijo José. Aunque era una noticia llena de gozo, también implicaba un cambio importante: dejar la tierra prometida para vivir en un país extranjero. En medio de la incertidumbre, Dios se le aparece en una visión de noche y lo llama por su nombre: “Jacob, Jacob”. Esa repetición refleja cercanía y atención personal. La respuesta de Jacob, “Heme aquí”, muestra disposición y apertura para escuchar lo que Dios tiene que decir.

Dios le asegura que no tema descender a Egipto, porque allí hará de él una gran nación y estará con él hasta traerlo de vuelta. Es un recordatorio de que cuando Dios nos llama a movernos hacia lo desconocido, siempre acompaña su mandato con su presencia y promesas.

Este pasaje nos enseña que, en momentos de transición o cambios importantes, debemos buscar la voz de Dios y responder con un corazón dispuesto. La dirección divina no siempre nos lleva por el camino que esperábamos, pero siempre nos conduce al centro de su voluntad. Y cuando Él nos llama por nuestro nombre, es porque tiene un propósito específico que cumplir.

Oración:

Señor, gracias porque me llamas por mi nombre y cuidas de cada paso que doy. Ayúdame a responderte con un “Heme aquí” sincero, incluso cuando me pidas ir hacia lo desconocido. Dame la certeza de tu presencia y la confianza para creer que tus planes son perfectos. Que mi fe sea más fuerte que mi temor, y que siempre busque tu voz antes de tomar decisiones. En el nombre de Jesús, Amén.