Biblia Devocional en 1 Año: Génesis 39

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Génesis 39 – José en casa de Potifar y su fidelidad en la prueba

Génesis 39 es un poderoso testimonio de la fidelidad de Dios en medio de la injusticia y de la integridad de José frente a la tentación.

  • Aunque esclavizado y luego encarcelado, Dios nunca abandonó a José. A lo largo del capítulo, se repite:
    “Jehová estaba con José”, lo cual nos recuerda que la presencia de Dios no depende de nuestras circunstancias.
  • La tentación de la esposa de Potifar revela el carácter firme de José: él no cede ante la presión ni se justifica por su situación difícil. Su temor a Dios lo lleva a hacer lo correcto, aun cuando eso lo lleva a la prisión.
  • A veces, hacer lo correcto no trae recompensas inmediatas, sino pruebas mayores. Pero Dios honra la fidelidad y sigue obrando incluso en las prisiones más oscuras.

Este capítulo nos llama a vivir con integridad y confianza en la presencia de Dios, aun cuando el mundo nos trate con injusticia. La vida de José nos recuerda que el éxito verdadero no se mide por la posición, sino por la comunión con Dios y la obediencia a su voluntad.

1. José prospera como esclavo en Egipto (Génesis 39:1-6)

  • José es llevado a Egipto y vendido a Potifar, capitán de la guardia del faraón (v.1).
  • Jehová estaba con José, y por ello prosperaba en todo, incluso como esclavo (v.2).
  • Potifar, al ver que Dios lo hacía prosperar, le dio su favor y lo puso como mayordomo de su casa y administrador de todo lo que tenía (v.3-4).
  • Desde que José fue puesto a cargo, Jehová bendijo la casa de Potifar por causa de él (v.5).
  • Potifar confiaba tanto en José que no se preocupaba por cosa alguna, excepto por el pan que comía (v.6).

2. La tentación de la esposa de Potifar (Génesis 39:7-12)

  • José, que era de hermoso semblante y bella presencia, es deseado por la esposa de Potifar, quien le dice:
    “Duerme conmigo” (v.7).
  • José se niega con firmeza, argumentando la confianza que Potifar le ha dado y, sobre todo, diciendo:
    “¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?” (v.9).
  • Día tras día, ella insiste, pero José no consiente en estar con ella ni siquiera para estar cerca (v.10).
  • Un día, cuando él entra a hacer su trabajo y no hay nadie en casa, ella lo agarra por su ropa, diciendo nuevamente que duerma con ella, pero él huye, dejando su ropa en sus manos (v.11-12).

3. La falsa acusación y la prisión (Génesis 39:13-20)

  • Al ver que él huyó, la mujer grita y acusa a José de haber querido abusar de ella, usando la ropa como “prueba” (v.13-15).
  • Le cuenta la misma historia a su esposo, quien, lleno de ira, manda a encarcelar a José (v.19-20).
  • José es llevado a la cárcel donde estaban los presos del rey, a pesar de ser inocente.

4. Dios está con José también en la cárcel (Génesis 39:21-23)

  • A pesar de la injusticia, Jehová estaba con José, le muestra misericordia y le da gracia ante el jefe de la cárcel (v.21).
  • El jefe de la cárcel pone a José como encargado de todos los presos, y no se ocupaba de nada de lo que él hacía, porque:
    “Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba” (v.23).

Versículo clave de Génesis 39:

Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio. Génesis 39:2 

Después de haber sido vendido como esclavo por sus propios hermanos, José llega a Egipto a la casa de Potifar. Humanamente hablando, su situación era trágica: lejos de su familia, sin libertad, y aparentemente sin futuro. Sin embargo, este versículo nos muestra una verdad poderosa: Dios no lo había abandonado. Aunque José estaba en una posición de esclavo, la presencia de Dios estaba con él, y eso lo hacía próspero.

El éxito de José no dependía de su posición social, sino de la compañía de Dios. Aun en tierra extranjera, aun siendo esclavo, José prosperaba porque su vida estaba conectada con el Señor. Esta prosperidad no era solo material; era un reflejo de su integridad, su carácter y su confianza constante en Dios.

Más adelante en el mismo capítulo, José enfrentará una gran prueba al ser tentado por la esposa de Potifar. Rechaza el pecado con firmeza, pero termina injustamente en prisión. Aun así, la Biblia vuelve a repetir: “Jehová estaba con José.” Esta repetición nos recuerda que la presencia de Dios no desaparece cuando las cosas salen mal. Dios estaba tan presente en el palacio como en la cárcel.

Este versículo nos invita a medir nuestra vida no por las circunstancias externas, sino por la cercanía de Dios a nuestro corazón. La verdadera prosperidad es tener al Señor con nosotros, incluso en medio de pruebas, injusticias o dolor.

Oración:

Señor, gracias porque tu presencia me acompaña en todo lugar, sin importar las circunstancias. Cuando me sienta olvidado, traicionado o limitado, recuérdame que contigo soy verdaderamente libre y bendecido. Ayúdame a vivir con integridad, como José, confiando en que tú estás obrando en lo invisible. Que mi prosperidad no se base en lo que tengo, sino en lo que tú eres para mí. Gracias por caminar conmigo en cada estación de la vida. En el nombre de Jesús, Amén.