Apocalipsis 7 – La Protección de Dios y la Gran Multitud de los Redimidos
Apocalipsis 7 muestra una visión de esperanza y seguridad para los creyentes en medio de los juicios que se están desatando.
- Los 144,000 sellados simbolizan la protección divina sobre aquellos que son fieles a Dios. Aunque el número parece específico, también es simbológico, representando a los completos y fieles de Israel.
- La gran multitud vestida de blanco, que proviene de todas las naciones y tribus, simboliza a todos los creyentes que han perseverado en la fe, habiendo vencido la tribulación y lavado sus ropas en la sangre del Cordero.
- Esta multitud recibe la paz eterna, siendo protegida por Dios, liberada del sufrimiento y guiada por el Cordero hacia la vida eterna.
Este capítulo resalta la gracia de Dios en la protección de Su pueblo, incluso en medio de las pruebas, y la fidelidad de Cristo al cumplir las promesas de redención. También nos anima a perseverar en la fe, sabiendo que, aunque enfrentemos tribulaciones, al final seremos recompensados con la presencia de Dios y la salvación eterna.
La visión de Apocalipsis 7 nos invita a confiar en el plan redentor de Dios, a vivir con la esperanza de la victoria final que Cristo ofrece a todos los que permanecen fieles hasta el final.
1. Los 144,000 Sellados (Apocalipsis 7:1-8)
Después de la apertura del sexto sello, Juan ve cuatro ángeles en los cuatro ángulos de la tierra, deteniendo el viento para que no sople sobre la tierra, el mar ni los árboles (v.1).
- Un quinto ángel sube desde el oriente, trayendo el sello del Dios vivo. Este ángel ordena a los cuatro ángeles que no destruyan la tierra hasta que se hayan sellado a los siervos de Dios en sus frentes (v.2-3).
- El sello es un marcado especial, una señal de protección divina.
- Juan escucha el número de los que fueron sellados: 144,000 de todas las tribus de Israel (12,000 de cada una de las 12 tribus) (v.4-8). Este número simboliza la completitud de aquellos que están bajo la protección de Dios.
2. La Gran Multitud Vestida de Blanco (Apocalipsis 7:9-17)
Juan ve una gran multitud que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, delante del trono y del Cordero.
- Esta multitud está vestida con ropas blancas y sostiene palmas en sus manos (v.9).
- Ellos alaban a Dios y al Cordero, diciendo:
“La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.” (v.10) - Todos los ángeles, los ancianos y los cuatro seres vivientes se postran y adoran a Dios, proclamando:
“Amén. La bendición y la gloria, la sabiduría y la acción de gracias, el honor y el poder y la fortaleza sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.” (v.12)
Uno de los ancianos le pregunta a Juan quiénes son estos que están vestidos de blanco, y Juan responde que no sabe. El anciano le explica que son aquellos que han pasado por la gran tribulación, han lavado sus ropas en la sangre del Cordero y, por lo tanto, están delante del trono de Dios (v.13-14).
- Ellos sirven a Dios día y noche en Su templo, y el Cordero los pastoreará, los guiará a fuentes de aguas de vida, y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos (v.15-17).
Versículo clave de Apocalipsis 7:
Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos. Apocalipsis 7:9
Este versículo describe una visión celestial gloriosa de la gran multitud de creyentes redimidos, que han sido salvados por el Cordero (Jesucristo) y que ahora están ante Su trono. Esta multitud es incontable, representando a todos los pueblos, naciones y lenguas, lo que demuestra que la salvación en Cristo es universal. La vestimenta blanca simboliza la pureza y la justicia impartida por Cristo a sus seguidores, y las palmas en las manos son un símbolo de victoria y adoración.
Este pasaje nos ofrece una imagen de esperanza y victoria, donde, a pesar de las dificultades y persecuciones en la tierra, hay un futuro glorioso para los redimidos, un futuro de adoración continua a Dios. Nos recuerda que ningún pueblo o nación está excluido de la salvación ofrecida en Cristo.
Oración:
Señor, gracias por la esperanza de estar algún día en Tu presencia, junto con una multitud innumerable de redimidos, adorando Tu nombre. Ayúdame a vivir hoy con la perspectiva de esa victoria eterna, compartiendo tu amor y mensaje de salvación con todos, sin importar su trasfondo. Que mi vida refleje el gozo y la esperanza de Tu reino. En el nombre de Jesús, Amén.