Publicado por 1 Juan 5 – La Fe que Vence al Mundo y la Seguridad en Cristo
1 Juan 5 es un recordatorio de la seguridad que tenemos en Cristo.
- La fe en Jesús como el Hijo de Dios es lo que nos da victoria sobre el mundo.
- Dios ha testificado sobre Su Hijo, y esta testificación es nuestra seguridad de que tenemos vida eterna en Él.
- Nuestra oración debe estar alineada con la voluntad de Dios, y debemos tener confianza de que Dios nos escucha y responde conforme a su propósito.
El capítulo también subraya la importancia de la santidad personal y el cuidado en nuestra relación con los demás, animándonos a orar por aquellos que están en pecado, siempre con la certeza de que Cristo nos guarda y nos da vida eterna.
La advertencia final contra los ídolos nos recuerda que, a pesar de las tentaciones del mundo, nuestra fe debe estar completamente centrada en Cristo, el verdadero Dios.
- La Fe en Jesús y el Mandamiento del Amor (1 Juan 5:1-3)
Juan comienza este capítulo resaltando que todo el que cree que Jesús es el Cristo es nacido de Dios, y, por lo tanto, ama a Dios y a su prójimo.
- El amor verdadero hacia Dios se expresa obedeciendo sus mandamientos, y estos mandamientos no son gravosos, sino que son una muestra de nuestra relación con Él (v.3).
- El mandamiento fundamental es amar a Dios y amar a los hermanos (v.2).
- La Fe que Vence al Mundo (1 Juan 5:4-5)
Juan explica que la fe es la victoria que vence al mundo.
“Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe.” (v.4)
El que cree que Jesús es el Hijo de Dios es el que tiene la victoria sobre el mundo.
- El Testimonio de Dios sobre Jesús (1 Juan 5:6-12)
Juan explica que Jesús vino por agua y sangre, refiriéndose a su bautismo y su sacrificio en la cruz, y que esto es testificado por el Espíritu, quien es la verdad (v.6).
- El testimonio del Espíritu Santo es más grande que el testimonio de los hombres, y Dios mismo ha dado testimonio de su Hijo.
- El que cree en el Hijo de Dios tiene este testimonio en sí mismo; el que no lo cree, ha hecho a Dios mentiroso (v.10).
- El testimonio de Dios es que nos ha dado vida eterna, y esta vida está en Su Hijo (v.11).
“El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.” (v.12)
- La Confianza en la Oración (1 Juan 5:13-17)
Juan explica que escribe estas cosas para que los creyentes sepan que tienen vida eterna.
- La confianza en la oración es clave. Si pedimos conforme a la voluntad de Dios, sabemos que Él nos oye y nos concede lo que pedimos (v.14-15).
- Sin embargo, hay un caso específico de oración: si alguien ve a su hermano cometer pecado, debe orar por él, y Dios le dará vida a esa persona, siempre que el pecado no sea un pecado de muerte (v.16).
- Hay un pecado de muerte sobre el cual no se debe orar, pero toda iniquidad es pecado (v.17).
- La Seguridad en Cristo y la Protección de Dios (1 Juan 5:18-20)
Juan asegura que todo el que es nacido de Dios no peca, sino que se guarda a sí mismo y el maligno no le toca (v.18).
- Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero está bajo el maligno (v.19).
- Cristo ha venido para darnos entendimiento, para que conozcamos al que es verdadero, y que estamos en el verdadero: en Su Hijo Jesucristo, quien es el verdadero Dios y la vida eterna (v.20).
- Advertencia Final (1 Juan 5:21)
Juan concluye su carta con una breve y fuerte exhortación:
“Hijitos, guardados de los ídolos.” (v.21)
Versículo clave de 1 Juan 5:
Y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. 1 Juan 5:4
Este versículo nos recuerda el poder de la fe verdadera en Cristo. La fe es la clave para superar los desafíos, tentaciones y tribulaciones del mundo. No importa cuán grandes sean las dificultades, nuestra fe en Cristo nos da victoria sobre ellas. Al confiar plenamente en la obra de Jesús, somos capaces de enfrentar cualquier circunstancia con esperanza, sabiendo que Él ha vencido al mundo.
Este pasaje también nos anima a evaluar nuestra fe. ¿Está nuestra confianza puesta en las promesas de Dios? La victoria no es nuestra, sino de Cristo, y nuestra fe es el medio por el cual experimentamos esa victoria en nuestra vida diaria.
Oración:
Señor, gracias por la victoria que me has dado a través de mi fe en Cristo. Ayúdame a mantener mi confianza firmemente puesta en Ti, sabiendo que Tú has vencido al mundo. Que mi vida refleje esa victoria, confiando en tu poder y tus promesas. En el nombre de Jesús, Amén.
